MUJER Y EDUCACIÓN
Después de haber buscado en numerosas página de Internet información sobre mujer y educación, me gustaría reseñar en este espacio que nos ocupa dos enlaces de bastante relevancia (desde mi punto de vista) sobre la trayectoria de la mujer respecto a la educación en el siglo XIX (no se si habrá estudios más recientes, pero lo cierto es que éste me ha parecido bastante completo y revelador) de Alfonso Pozo Ruiz (miembro del Comisariado del V Centenario de la Universidad de Sevilla y autor de la sección histórica de la web institucional http://www.quintocentenario/) y acerca de una librería (Librería Mujeres, en Madrid) en la que se venden numerosas obras sobre la temática.
Así pues, el enlace a la librería es el siguiente:
http://www.unapalabraotra.org/libreria/educacion.htm
Librería Mujeres C/ San Cristóbal, 17 28012 Madrid (0034) 91 521 70 43 Pedidos: libreriamujeres@unapalabraotra.org
Mientras que del artículo expondré la primera parte además de su correspondiente link
La enseñanza del siglo XIX, muy influenciada aún por la Iglesia a todos los niveles, sigue contemplando a la mujer en un papel secundario. La Iglesia católica tenía un concepto funcional de la mujer. Obedecía a su papel cohesionador al interior de la familia.
El prototipo más frecuente fue el de perfecta casada, reina del hogar, piadosa, buena madre y buena esposa. Este concepto correspondía a un discurso ideológico sobre lo doméstico, y la Iglesia católica era su más agresivo portavoz.
Por esto, su instrucción en establecimientos educativos, oficiales o preferentemente privados, no estaba dirigida a formar académicas o sabias, sino mujeres piadosas; sabias, eso sí, en manejo de labores domésticas, expertas en trabajo de agujas.
La incorporación de la mujer al sistema educativo, según la Iglesia, era una forma de moldear en principios y valores cristianos al elemento cohesionador de la familia y el hogar. El acceso de la mujer al sistema educativo no buscaba, de ninguna manera, alterar la función social de la misma; buscaba fundamentalmente alfabetizarla y adiestrarla en algunos quehaceres domésticos para el mejor funcionamiento del hogar y de la familia. Su educación, en caso de haberla, debía ir orientada a su misión en la vida. Los textos legales hablan por sí solos, por lo que los usaré preferentemente para ver cual era el tratamiento que recibía la enseñanza femenina…http://www.personal.us.es/alporu/historia/mujer_educacion.htm
Después de haber buscado en numerosas página de Internet información sobre mujer y educación, me gustaría reseñar en este espacio que nos ocupa dos enlaces de bastante relevancia (desde mi punto de vista) sobre la trayectoria de la mujer respecto a la educación en el siglo XIX (no se si habrá estudios más recientes, pero lo cierto es que éste me ha parecido bastante completo y revelador) de Alfonso Pozo Ruiz (miembro del Comisariado del V Centenario de la Universidad de Sevilla y autor de la sección histórica de la web institucional http://www.quintocentenario/) y acerca de una librería (Librería Mujeres, en Madrid) en la que se venden numerosas obras sobre la temática.
Así pues, el enlace a la librería es el siguiente:
http://www.unapalabraotra.org/libreria/educacion.htm
Librería Mujeres C/ San Cristóbal, 17 28012 Madrid (0034) 91 521 70 43 Pedidos: libreriamujeres@unapalabraotra.org
Mientras que del artículo expondré la primera parte además de su correspondiente link
La enseñanza del siglo XIX, muy influenciada aún por la Iglesia a todos los niveles, sigue contemplando a la mujer en un papel secundario. La Iglesia católica tenía un concepto funcional de la mujer. Obedecía a su papel cohesionador al interior de la familia.
El prototipo más frecuente fue el de perfecta casada, reina del hogar, piadosa, buena madre y buena esposa. Este concepto correspondía a un discurso ideológico sobre lo doméstico, y la Iglesia católica era su más agresivo portavoz.
Por esto, su instrucción en establecimientos educativos, oficiales o preferentemente privados, no estaba dirigida a formar académicas o sabias, sino mujeres piadosas; sabias, eso sí, en manejo de labores domésticas, expertas en trabajo de agujas.
La incorporación de la mujer al sistema educativo, según la Iglesia, era una forma de moldear en principios y valores cristianos al elemento cohesionador de la familia y el hogar. El acceso de la mujer al sistema educativo no buscaba, de ninguna manera, alterar la función social de la misma; buscaba fundamentalmente alfabetizarla y adiestrarla en algunos quehaceres domésticos para el mejor funcionamiento del hogar y de la familia. Su educación, en caso de haberla, debía ir orientada a su misión en la vida. Los textos legales hablan por sí solos, por lo que los usaré preferentemente para ver cual era el tratamiento que recibía la enseñanza femenina…http://www.personal.us.es/alporu/historia/mujer_educacion.htm
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